Delyanne Arjona se encuentra en Cancún junto a su esposo, quien es el chef invitado a un evento, pero la estadía no ha sido tan placentera como ella quisiera que fuera.
Sucede que a su llegada su celular se tildeó, dejó de funcionar y ella desesperada fue a buscar quién se lo reparara: “reportando desde Cancún, México, con un día que ha sido horrible”, comenzó contando la chef.
“Se me dañó el teléfono, mi teléfono se quedó con la manzanita pensando y para variar nada, el teléfono no respondía y tuve que ir a un lugar en Cancún a que me lo arreglaran, a que lo reiniciaran, bueno lo reiniciaron y pues nada, el teléfono reinicio, tengo Instagram, pero no tengo whatsapp”.
Incomunicada por esta aplicación tan importante, trató durante horas de buscarle solución al problema: “me la he pasado todo el día tratando de arreglar el bendito teléfono, así que me la he pasado en mi cuarto… tratando de recuperar el bendito Whatsapp porque no quiero perder la información que tengo ahí”, dijo.
Caótico, triste, así definió lo que le estaba ocurriendo, pero le enseña que somos muy dependientes del teléfono: “es una cosa impresionante, si les enseño la vista del lugar donde estoy dirían Delyanne qué tú haces metida en el cuarto”.
Asegura que perdió muchas cosas, muchos videos, que había hecho, hasta recetas que había hecho antes de ir al viaje, todo lo perdió: “tengo dolor en mi corazón, de verdad que esto de ser creador de contenido y depender de un teléfono ayala vida, duele, cuesta y es horrible, es horrible”.